Después de tres cursos dedicados a nuestros estudios universitarios, atendiendo, siguiendo, cuestionando y, sobre todo, compartiendo nuestras experiencias con todo el profesorado que la Universidad ha puesto a nuestra disposición, ha llegado el momento de las despedidas.
Ataviados con la ropa que requería el caso (ni nuestras mejores galas ni marcando grandes diferencias con nuestras habituales prendas docentes), recibimos respetuosamente nuestros certificados de participación, de manos de las autoridades políticas y académicas que presidían el acto.
Siempre con espíritu crítico y con la voluntad de mejorar, pudo faltar un mensaje de despedida de los protagonistas que estábamos en el patio de butacas, así como un vinocomidacafeconpostre que bien nos lo habíamos ganado y lo hubiéramos disfrutado.
No hace falta decir su nombre. En nuestra mente y en nuestro corazón seguimos teniendo a nuestra amiga que bajó de las montañas para alegrarnos las clases, los cafeses y las excursiones.
No están todos los que son pero son todos los que están. "Alegrémonos pues, mientras seamos jóvenes"
Enhorabuena Andrés.
ResponderEliminarTraca final, pero con continuación: IUVENES DUM SUMUS