El dia ha estado lleno de actividad desde punto manana.
A las diez, Atilano, el conductor, nos ha llevado hasta Plasencia, donde Obdulia nos estaba esperando junto a la catedral. Dos horas de intensa visita en iglesias y por las calles y plazas donde hemos finalizado junto al mercadillo de los martes dentro de un buen restaurante en el que nos hemos repuesto del paseo.
Despues de un tranquilo cafe en la plaza porticada donde hemos oido tocar las horas por una especie de papamoscas local, hemos viajado hasta Yuste donde la guia del monasterio nos ha ensenado las dependencias de Carlos. Claustros, cuadros, reliquias y hasta pimenton de la Vera del Tietar. Regreso a Caceres para la frugal colacion y la guinda. Marco, el hijo del guia nos ha acompanado a una prolongada y amena visita nocturna a Caceres iluminada a tal efecto. Las anecdotas se acumulan en la memoria.
Las fotos estan ya preparadas y ya las tenemos colgadas.
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